Aunque vayamos con más retraso que el Mercancias (he estado desconectado en La Rioja sufriendo el calor a base de clarete y leyendo como Hunter S. Thompson se come 850 gramos de estramonio, entre otras cosas, en su alucinante Miedo y asco en Las Vegas) vamos con los partidos iniciales del Mundial, que eso sí, me he visto todos.
Alemania, 4 - Costa Rica, 2: Féliz cumpleaños Klose: 28 años, dos goles y camino del Pichichi. Sin embargo, el que más me gustó fue Lahm, chaval con clase. De los Ticos, Wanchope fue más peligroso en ese partido que en toda la temporada que jugó en el Málaga.
Polonia, 0 - Ecuador, 2: Máximo es un ecuatoriano que planta pimientos en La Rioja. Su alegría es mi alegría. Polonia no tuvo suerte con los palos y se le complica la clasificación.
Inglaterra, 1 - Paraguay, 0: Lo mejor, el sensual toque de Beckham al balón. Gamarra (con más tablas que el Trio Guaraní) no pudo sustraerse al regalo envenenado de David y pensó "esto se merece meterlo" y así fue.
Suecia, 0 - Trinidad y Tobago, 0: Pobre comisario Wallander que vio como Ibrahimovich y Larsson no atinaban ante el portero suplente trinitense Shaka Hislop. Día de fiesta para el premio nobel Naipul.
Argentina, 2 - Costa de Marfil, 1: La albiceleste juega para ser campeón. Sin mucho fútbol con mucha actitud. En el segundo tiempo pincharon la bola. No salió Messi. Los elefantes provocaron estampidas que controlaron magistralmente los gauchos en la sabana de Hamburgo. Por cierto, ¿se habrá perdido Maradona por el barrio de St. Pauli?
Serbia, 0 - Holanda, 1: El galgo de Robben puede dar muchas alegrías a los holandeses. Los serbios llegaron con un gol de la fase previa y en el primer partido ya tienen los mismos.
México, 3 - Irán, 1: Después de ver al Niño MIlagro y, sobre todo, a la Santa Muerte vestidos con la tricolor como para no ganar. Cualquiera vuelve a México. La amenaza iraní se diluyó sin realizar ninguna prueba atómica.
Portugal, 1 - Angola, 0: Figo corrió más que en su último año en el Madrid (espectacular el hosco jugador). Pauleta, a lo suyo: meter goles.
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