No era para menos. La euforia, una vez más, se ha apoderado de los medios (que tienen que vender periódicos y publicidad) y ya nos sentimos como campeones del mundo. No tenemos remedio.
España, 4 - Ucrania, 0
Me gustó el partido. Jugado con mucho ritmo y con buen criterio. Es verdad que todas las circunstanicas nos favorecieron: los dos primeros goles (decisivos) contaron con la ayuda ucraniana y el tercero con la colegial, que encima dejó a los inocentes muchachos de Blokhine con diez.
El cuarto gol, el de Torres, es, de momento, el mejor del Mundial. Con mucho mérito de Puyol. Una máquina: capaz de robar un balón en medio campo, hacer un reverso de fuerza estilo Zizou, una pared de cabeza (ahí creía yo que el balón se le iba a enredar en su salvajes rizos) para que el Niño empalme de manera perfecta, como Van Basten. Golazo. Y Puyol, el carácter de la Selección.
A los que veo con los pies en el suelo es a los jugadores. Ahora Túnez, después Iniesta y compañía frente a Arabia. En octavos, ojo que Francia puede ser segunda de grupo, y entonces la preparamos.
Túnez, 2 - Arabia, 2
El Derby de la Liga Árabe casi acaba con sorpresa. Lo malo es que Túnez saldrá a por todas frente a España.
Alemania, 1 - Polonia, 0
Klose y Poborlsky, como son polacos de nacimento, fallaron clamorosas ocasiones de gol. Tuvo que arreglarlo Oliver Neuville en el tiempo de descuento. Si hoy gana Ecuador a Costa Rica, Alemania y los sudamericanos estarán clasificados.
Foto: Fifaworldcup.com
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