Lo sé por mi idolatrado Kurt Wallander, el comisario sueco de Ystad. El flujo de personas a través del ferry entre Malmoe y Copenhague es constante. Trabajadores, viajeros, perillanes… suecos y daneses se entremezclan en cubierta o en el interior del transbordador. Hablan de sus cosas, de su familia, de la hija adolescente que es fan de Metallica, de su veraneo en Dubronik o en Los Cristianos, y en estos días, sobre todo de fútbol.
Hoy se mirarán satisfechos, más escandinavos que nunca; han dejado fuera de la Eurocopa a Italia. El postrero empate a dos de ayer les mete a los nórdicos en cuartos.
Hoy Italia llora el supuesto pacto del ferry. De verdad, fue terrible asistir a la metamorfosis del careto de Cassano cuando metió el 2-1, que él creía que les clasificaba; corrió hacia el banquillo y allí se enteró de la tragedia que todo el mundo conocíamos previamente por la retransmisión simultanea. Fueron unas décimas de alegría irreal que se tornaron en lágrimas de desolación. Asistimos a un drama digno de la arena de Verona.
Yo seguí desde el hotel el partido de Italia-Bulgaria, a veces el realizador nos daba los goles de los hijos de Odin y alguno comenzó a presagiar el resultado final. He leído las crónicas del partido por Internet y son casi unánimes en cuanto que el partido entre suecos y daneses tuvo todo el aspecto de algo normal, incluso con buen fútbol. Lógicamente cuando en el minuto 89 empató Suecia los 22 jugadores se dedicaron los tres minutos finales a contemporizar, sabiéndose ya clasificados. Qué menos.
Personalmente me cuesta creer en un tongo, lo que si me parece es que las circunstancias del encuentro confluyeron con el resultado óptimo.
El fútbol italiano arremete contra el, para ellos, apaño, y clama contra la SAS conection. No sé, tras muchos casos de corrupción, si el calcio transalpino tiene la credibilidad para erigirse en paladín del Manos Limpias futbolero. Comprendo su mosqueo y la enorme decepción que asolará Italia desde el Valle de Aosta hasta Sicilia. En esta isla otro de mis comisarios favoritos Salvo Montalbano estará perplejo con el grado de tensión que fluctúa en la central de Vigata como consecuencia de la eliminación de Italia, Mimí Augello lanzará todo su repertorio de improperios en dialecto siciliano y Catarella preguntará si han eliminado a Italia del Mundial o del cuadrangular de Trieste. A Salvo no le importa, le espera su amiga sueca Ingrid en su casa de Marinella, frente a la playa. Donde este una buena nórdica que se quite el fútbol, pensará.
Ayer por la mañana recorrí con Fátima la zona alta de Lisboa, subimos en el elevador al castelo de San Jorge, desde allí divisamos todo el estuario del Tajo y pensé en el momento en que Fátima se quedaría allí y yo me marcharía a tomar zuritos al bar Txantonesa de Goienkale.
En un cibercafé me introduje en el As para ver lo que había decidido Sáez. Seguía al frente de la Selección. En ese momento me entró un ataque de risa. Jaburu les había dado en el morro a los gurús mediáticos. Unos ya habían colocado a Luis Aragonés, otros propulsaban la imagen de Víctor Fernández, algunos buscaban por el zoco de Estambul a Del Bosque. Menudo cabreo tienen hoy los medios porque no han conseguido derribar a Sáez. Se creían Randolph Hearst en el incendio del Maine, el monteje con el que se inició la Guerra de Cuba. Yo creo que si debía dimitir Sáez con él se tendrían que ir Raúl, Bravo, Alonso, Joaquín, Torres, los periodistas que promulgaron la alineación de la ilusión y demás creadores de opinión negativa contra la Selección. Savia nueva para todos.
Sin embargo, me pasa como a Cassano que de la alegría, de este momentáneo triunfo de un hombre solo contra todos, voy a pasar a la decepción de ver como van a vencer los gurús mediáticos. Sáez se irá para su casa, es cuestión de tiempo, y ellos seguirán pontificando sobre el rombo, el tridente mágico y el sabio de Hortaleza.
Bien. Escribo este comentario sabiendo que el señor Sáez dimitirá próximamente, si no mañana , pasao. Lo aviso.
Pero a lo que voy. Todo es mucho más simple de lo que habla usted. Y verá a lo que me refiero. La culpa es de Sáez por lo siguiente: Él es el jefe. Él tiene la libertad de elegir a los jugadores que mejor le parezca. Y claro los jugadores se presupone que van a jugar lo mejor que puedan. Que no lo hacen? pues nada , no se les lleva más. Pero la cuestión es que el fracaso se debe pagar. Sáez debe dimitir ya que él es el jefe. Al jugador le llamaron pa que fuera, él que va a hacer, decir q no? no veas la q se montaría. Además hay jugadores que lo dicen desde antes, Hierro y Luis Enrique declararon públicamente q no deseaban ir más a la Selección.
Además es como cualquier otra profesión. Si a usted, que presupongo que es periodista, se le invita a un Congreso Europeo de periodismo y además le dicen que debe dar un par de conferencias y cobrando. ¿no lo haría?. Y no intentaría, además, hacerlo lo mejor posible para engrosar su CV?. Pues con los jugadores de fútbol igual.
O de verdad cree q Torres no ve a Rooney triunfar en la Eurocopa y no piensa: "este podía haber sido yo".
En todo caso si alguien no se encuentra preparado, para el congreso o la eurocopa, siempre se puede decir que no.
En caso q lo intente y que al fin y al cabo salga mal, la culpa no es del conferenciante o del jugador, es del que los eligió.
Esto es sencillo, es la típica jerarquía.
La responsabilidad siempre es del jefe y el jefe es Sáez. Así que fuera.
Y si no quiere irse, afición muy española de no dimitir ya se hunda el barco, pues se le echa.
Es todo mucho más simple. Lo demás , de lo que usted habla, de los diarios, de la gente, de que si Madrid, Bilbao o Burgos es la parafernalia asociada al futebol. Lo de siempre vamos...
Publicado por: Bochelord | junio 24, 2004 en 04:01 a.m.
Me gusta pensar que Saenz no es el responsable del desaguidado. No creo que voluntariamente cambiara a sinMordiente-s antes del gol, y asi con tdo...los jugadores no corrían porque es fácil esconderse en el fallo del equipo a cansarte para los siguientes partidos...pero si esto es así:¿Como lo arregalmos?
Si Saez hubiese dejado jugando a Echevarría, o Baraja..., yo creo que ahora seguiría(mos) en Portugal, no por la calidad de los chavales, sino porque eran de los que tenín ganas a de demostrar que los periodistas son todos unos hijosdeputa,...mejorando lo presente...
Publicado por: de Sevilla | junio 25, 2004 en 07:41 p.m.
Pues sigue teniendo la culpa Sáez. Por no hacerse respetar como autoridad en el equipo que es.
Y por confiar en jugadores que no iban a dar el 100%.
No veo por dónde se podría salvar Sáez la verdad. Si el es el jefe, aún habiendo hecho las cosas con toda la buena intención del mundo, si el equipo se va al garete, al que se le da la patada es al jefe.
Es decir a Sáez.
No lo veo tan complicao...
Publicado por: Bochelord | julio 02, 2004 en 03:26 a.m.