Montijo, Martín Arrantzale
Hoy es el primer gran día para Portugal (esperan que no sea el último). Tengo previsto ir pronto al estadio José Alvalade. Me gusta disfrutar de los momentos previos de los grandes acontecimientos. En mi cuadrilla siempre se ríen porque voy muy pronto a los sitios. Pero soy así. En la Gran Premio de Cross de Amorebieta me gustaba estar de los primeros en el circuito, oler a linimento, ver cómo calentaban los etíopes y descubrir perlas entre los atletas cadetes y juveniles. Después el momento del bocadillo de tortilla y la bota de vino me sabía a gloria. También cuando era socio del Portland San Antonio de balonmano llegaba una hora antes para ver los ejercicios preparatorios al partido, contemplar el trote cochinero de la pareja arbitral y escuchar los comentarios festivos de Garralda, Kisseliev, Martín, Vladimir…Por eso hoy palparé el ambiente que habrá en las cercanías del estadio de los leones del Sporting de Portugal. Un equipo que se ha hecho acreedor de mis simpatias y al que apoyaré en sus derbis contra el Benfica, Oporto y Os Belenenses.
Hoy es el día de Portugal. No sólo por el fútbol sino porque han nombrado al que fuera primer ministro Durao Barroso como presidente de la Comisión Europea. Otro favor que le hace el fútbol a la política. Estoy seguro de que la Eurocopa en Portugal ha sido decisiva en el subconsciente de los negociadores para nombrar un portugués jefe de los europeos. Son rachas. Este año toca Portugal.
Ayer por la noche cruzamos el famoso puente 25 de Abril sobre el río Tejo y llegamos a Montijo, el pueblo del meta Ricardo y Paolo Futre. Están de fiestas patronales y Fátima tiene algún familiar por allí. Deambulamos por la feria y acabamos cenando un cordero asado (primer trozo de carne que pruebo en Portugal) crujiente y bien regado con un tinto recio del Baixo Alentejo. Un tipo que se llamaba Joao me contó la famosa leyenda del gallo de Barcelos…y resulta que es calcada a la del gallo y la gallina de Santo Domingo de la Calzada…donde canto la gallina después de asada.
A un joven peregrino camino de Santiago acusan, por despecho, de un robo y le acaban ahorcando. Sin embargo, los padres reciben una señal divina de que su hijo está vivo, el corregidor que en ese momento daba cuenta de un gallo dice que está igual de vivo que el ave que está comiendo. En ese momento salta del plato la gallinácea cacareando. Es curioso que la leyenda sea igual. Yo no he estado en Barcelos pero en Santo Domingo he visto cientos de veces al gallo y la gallina dar la bienvenida en la catedral a visitantes, feligreses y peregrinos.
Los seguidores de Portugal están un poco dolidos con la actitud de Figo el otro día cuando se marchó mosqueado tras el cambio. Él dice que no ha matado a nadie. Es cierto. Lo que ocurre que ese tipo de actuaciones hace tiempo que son normales entre los que se creen números unos (aunque sean de su escalera). Es habitual en la delantera del Depor (con Tristán a la cabeza) y en otros jugadores a los que los medios echan el anzuelo para las consabidas declaraciones: "Yo lo que quiero es jugar" "Es normal estar enfadado por no jugar" "Los profesionales lo que queremos es jugar" "Merezco jugar".
Luego llega la sustitución, sigue el desplante, la mirada asesina al banquillo, la patada al isostar, el chándal por bandolera, el paseíllo hacia el vestuario, el primer plano para el Día Después, el te importa tres cojones lo que haga el equipo, la poca muestra de cariño hacia tus compañeros que lo pueden hacer mejor que tú y que siguen pelando en la cancha, la falta de respeto hacia el entrenador, el coche lujoso con radio digital que te informa de que tu equipo ha ganado gracias al gol del chaval que te ha sustituido, y la rueda de prensa del día siguiente en la que dices "que yo lo que quiero es jugar".
Prefiero que gane Portugal, pero me alegraría por el entrenador Advocaat si es Holanda la que pasa a la final. Me cae bien el coach de La Haya por la caña que le han dado los medios oranjes.
PD1 (como hacen los del Marca): Dicen que todo el fútbol apoya a Luis Aragonés menos Van Gaal y mi admirado Roberto Palomar. Me sumo a estos dos impresentables y dañinos personajes. Nunca me ha gustado Luis. Creo que su metodología de entrenamiento es anticuada, los jugadores le trataran de usted pero harán lo que les salga de ahí. Con Luis (lo digo desde ya) seguiremos sin pasar de cuartos. Mis candidatos: Luis Fernández o Xabier Azkargorta.
PD2: Lo que le faltaba al Madrid, erigir un cúpula celestial que cubra el Bernabéu. Kiko Arguelles la pintará de Serafines y Querubines para regocijo de Florentino Julio II. Yo aprovecharía e instalaría una ultratelescopio para que los galácticos no añoren su casa y la vean a menudo.
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