(Texto procedente de la antigua web de Leiva escrito por Peregrina Chavarri)
Breve historia de Leiva
Aunque no se sabe con certeza, el actual nombre de Leiva parece proceder, tras diversas modificaciones, de la antigua ciudad de Oliva, habitada por los berones. Posteriormente este nombre fue latinizado y se convirtió en Libia. En la época mozárabe, la denominación ya era muy similar a la actual: Leyba.
La ciudad primitiva estaba edificada sobre un cerro a la derecha del río Tirón, denominado El Piquillo, en la actualidad se encuentra en el término municipal de Herramélluri, a dos kilómetros del actual emplazamiento de Leiva. La colina que constituía la ciudad otorgaba una posición privilegiada para su vigilancia y defensa.
No se tienen datos concretos para señalar la época en que Oliva fue conquistada por los romanos; tampoco se sabe cuándo éstos latinizaron el nombre de la ciudad y comenzaron a llamarla Libia. Unicamente se puede conjeturar su historia a través de la España Romana, que comprende desde el año 218 a.C. hasta el 414 d.C.
Del año 115 al 206 suceden las guerras entre romanos y cartagineses en la península. En el año 206 comienza la resistencia de los pobladores de Iberia ante la conquista romana. El pretor romano Sempronio Tiberio Graco conquistó toda la zona, lo que hace pensar que también Oliva se cuenta entre las ciudades sometidas. Estas, una vez transformadas en ciudades romanas, gozaban de cierta libertad, como el comercio o la acuñación de moneda propia.
La calzada romana
Las primeras obras materiales de los romanos en España fueron las calzadas, construidas para la movilización de los ejércitos y la seguridad en las comunicaciones. La red de carreteras que los romanos dejaron es muy compleja y vasta. Las ciudades importantes eran puntos obligados de partida o paso. La calzada principal que usaron los romanos era la que entraba por los Pirineos y comunicaba con todos los puntos del Mediterráneo.
De esta calzada se derivaron otros caminos, de los que varios llegaban a Cesar Augusta, hoy Zaragoza. De Zaragoza partían, a su vez cuatro vías; una de ellas es la que pasaba junto a Leiva. De Zaragoza llegaba a Alfaro (Gracurris), siguiendo por Calahorra (Calagurris), hasta Varea, Tricio y Leiva. Esta ruta se unía con otra procedente de Roncesvalles y Pamplona a la altura de Varea, que fue la que constituyó el camino de Santiago, que se emplearía muchos siglos después como vía de peregrinación y de cultura.
Destrucción de Libia
Hacia el año 409, la península Ibérica tenía unos ocho millones de habitantes, y se había convertido en una de las principales plazas del imperio romano. La decadencia del imperio romano en términos políticos durante esa época, permitió a pueblos procedentes del norte de Europa conquistar parte de los territorios del mismo.
La práctica totalidad de la Hispania fue conquistada, y las ciudades que se encontraban en la calzadas romanas, que eran las vías de penetración de los nuevos conquistadores, fueron invadidas, saqueadas y en algunos casos destruidas.
No se sabe con certeza la fecha en que Libia fue destruida, pero existen indicios para decir cuáles pudieron ser las fechas más probables:
- El rey visigodo Eurico, aprovechando la circunstancia de mudanza de emperadores trató de ensanchar su reino a costa del imperio romano. En el año 469 conquistó la Hispania Superior y parte de la Tarraconense, para asegurar el control de las comunicaciones. Es muy probable que Libia fuera destruida en esta ocasión.
- Por el año 540, los francos pasaron de las Galias a Hispania por Pamplona y saquearon toda la Tarraconense.
- Leovigildo, uno de los más importantes reyes visigodos, trató de unificar su reino. En el año 574 realizó una expedición a la sierra de Cantabria, próxima a Logroño, y destruyó varias ciudades que se encontraban en la calzada romana.Los supervivientes de la destrucción de Libia, fueron obligados a vivir en la llanura, y eligieron para ello el lugar donde se halla emplazada la villa de Leiva. La villa actual se encuentra situada a 2 kilómetros. de la antigua ciudad de Libia, junto a la margen derecha del río Tirón, y a unos 200 metros de la calzada romana.
En el año 714, el musulmán Tarik-ben-Zeyad conquistó La Rioja, siguiendo la calzada romana Zaragoza-Briviesca. Se tiene constancia de que esta zona fue dominada políticamente por los árabes, sin embargo, la religión que mantenían los habitantes era mayoritariamente la cristiana. Estos cristianos que vivían en terreno musulmán fueron denominados mozárabes. La huella que queda de esta época en nuestra villa es el nombre, ya que la derivación mozárabe de Libia es Leiva (o Leyba).
Tras muchos años de guerras y escaramuzas, Leiva pasó a poder de los reyes cristianos en el año 923, cuando el rey Don García de Náxera y Navarra con la ayuda del rey Ordoño II de León reconquistó nuestra zona. Más tarde el Conde de Castilla Fernán González, dependiente de León, donó al monasterio de San Millán de la Cogolla algunos territorios, entre ellos Leiva, Grañón y Ochánduri.
Una vez que los territorios fueron recuperados por los cristianos, comenzaron a constituirse señoríos feudales, merced principalmente a los contratos con que los reyes concedían un conjunto de tierras a cambio de fidelidad y ayuda. Este contrato se denominada feudo, y habitualmente se administraba desde un castillo, perteneciente a un noble, o desde un monasterio.
Uno de los castillos feudales de la Edad Media es el de Leiva. Se alza sobre una pequeña elevación del terreno, en la parte suroeste del municipio. Su arquitectura es de finales del siglo XIV y principios del XV, y su estilo es gótico.
Hasta el siglo XVI no se tiene constancia de sucesos de renombre en la villa; únicamente se sabe que en ella residieron nobles y militares con cierta importancia, como Antonio de Leiva, héroe de la batalla de Pavía (Italia) del siglo XVI. En 1558, el rey Felipe II vendió los derechos civiles y criminales
de la villas de Leiva y Baños de Rioja a Juan de Leiva. Dicho noble tuvo que pagar 8.000 maravedíes por cada uno de los vecinos de la villa, que en aquel año eran unos 90. En este momento fueron abolidas todas las leyes y privilegios relativos a la villa, hechos durante los siglos XIII, XIV y XV.
Desde entonces y hasta el siglo XIX en que se abolieron los señoríos en España, la villa de Leiva fue propiedad de los Condes de Baños. Los condes de Baños tuvieron un régimen de arrendamientos diferente con Leiva; mantuvieron un censo enfitéutico con el Concejo, es decir perpetuo y hereditario.
Actualmente es un pueblo que se caracteriza por el descenso de la población debido principalmente a la emigración rural a las ciudades y al descenso de nacimientos. Así de una población de 678 habitantes en 1900 se pasa en 1950 a 689 habitantes, en 1970 hay 510 habitantes, en 1981,a 486 haitantes, 1990 a 372 habitantes, en 1996 a 342 habitantes, en 1998 a 291 y en 2006 a 265.