Podría ser el lugar más alejado de cualquier civilización. El archipiélago de Tristán da Cunha, que pertenece a Gran Bretaña, está situado en el Atlántico a 3.000 km de Sudáfrica y a 3.300 de Sudamérica. Lo forman tres islas y sólo una de ellas, Tristán da Cunha, está habitada por 271 personas (más o menos como Leiva). No tienen aeropuerto, por lo que sólo se puede llegar en barco.
Según leemos en el blog Alt1040.com:
Existen varios detalles curiosos sobre la gente que allí vive:
Los matrimonios entre los propios habitantes hacen que sólo haya ocho apellidos diferentes en la isla: Glass, Green, Hagan, Laverello, Repetto, Rogers, Swain y Patterson, repartidos en 80 familias.
En la isla se consume a la semana una botella de whisky por persona, es decir, aproximadamente 300 botellas a la semana, un número bastante elevado.
Actualmente
existe en el asentamiento Edimburgo una tienda de ultramarinos, una
emisora local de radio, un café, un videoclub, una piscina y una pista
de tenis. Los habitantes también poseen un centro comunitario de
reunión.
La conexión con el mundo exterior se mantiene a través de un teléfono/fax vía satélite, situado en la oficina del administrador.
No hay aeropuerto y sólo se puede llegar al puerto en bote. La llegada
anual del buque RMS Saint Helena trae consigo nuevos productos, como
medicinas, libros, videos, revistas y correo.
¿Os imagináis a un pueblo como Leiva perdido en medio del océano?
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