Pues sí. Ayer vivimos un empate a 21 en el Ogueta de Vitoria. Igual que en el 97 cuando Julián Retegui le arrampló la txapela a Titín que llevaba una ventaja de 21-17. Al final ganó el tsunami de Ibero. Irujo, campeón para delirio de sus seguidores (el de la foto de la camiseta es un amigo fallecido en septiembre).
Disfrutamos en la cancha vitoriana con un partido muy emocionante. Los corredores cantaron más que en el Festival de Eurovisión.
Estuvimos con Fernando Fuente y su hijo, también Fernando (en la foto el olivense departe con la novia de Irujo).
Personalmente me dio pena por Abel Barriola porque creo que en el peloteo fue mejor y tras su travesía en el desierto, por culpa de su lesión, se merecía el título. Pero amigo, hasta que no entra la última beata a misa no acaba la procesión.
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