64 es el número con el que el grupo pamplonés Souvenir, que canta en francés, ha titulado su último y exquisito álbum. Lo suele poner Ordovás en Radio 3.
El 64 también es el guarismo en la matrícula que identifica en Francia al departamento de los Pirineos Atlánticos, ése que comprende el Pays Basque del glamuroso Casino Biarritz o los bertsos de Amets Arzallus y el Bearn del Pau-Orthez y el Tributo de las Tres Vacas a los roncaleses los 13 de julio.
El domingo, camino de Vitoria, me topé con una caravana de coches que iban a apoyar a Xala en la final del Parejas. Con su matrícula amarilla y su 64 se dirigían tranquilamente hacia el parking de Mendizorroza. Pensé en esos momentos ¿Les daría una alegría el pelotari de hielo?
Cuando Xala y Eulate se colocaban la txapela de campeones me acordé de esos aficionados que en los prolegómenos del partido departían tranquilamente en el atestado bar del Ogueta con su café au lait y su euskera de Ipagalde lleno de diéresis. El bullicio era cosa de los navarros de Oteiza. Es un público acostumbrado a ver la pelota con sosiego, en plan Roland Garros, en el trinquete Moderne de Baiona, Gantxiki de Senpere o los lunes en St Jean Pied de Port, sin gradas caldeadas ni 18 corredores cantando los momios hasta desgañitarse.
Me imaginé la caravana de regreso con la txapela victoriosa, escuchando la crónica del Biarritz Olimpique o el Aviron Bayonné, y llegando a casa, al aroma de un buen fromage, con la satisfacción de tener un paisano campeón del mur a gauche.
¿Cruzarán la muga con su 64 para el Manomanista con Xala o Gonzalez y llevarse otro souvenir? Lo veremos en la siguiente producción de Pampix Revolutions.
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